Siempre que llovió, paró.
Siempre que llovió y paró, salió el sol.
Siempre que llovió, paró y salió el sol, volvio a llover.
Siempre es asi.
LLueve. Para. Sale el sol, y así crecen las hojas, donde se esconden las arañas, que se comen a las moscas que molestan.
sábado, mayo 27, 2006
Cuento corto
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3 comentarios:
qué lindo bicho!
feliz comienzo!
:)
cuantos trabajos. hay unos muy lindos. ya los mirare con mas
detenimiento. suerte...
ey, qué buen cuento...
llueve, llueve y llueve!
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